21. La mujer se acercó a Saúl y, al verlo tan abatido por el terror, le dijo: "Ya ves que tu servidora te ha hecho caso. Yo arriesgué mi vida y obedecí la orden que me diste.





“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina