18. En cuanto a la extensión restante, a lo largo de la parte reservada para el Señor -es decir, cinco mil metros hacia el este y otros tantos hacia el oeste-, lo que allí se produzca servirá para alimentar a los que trabajen en la ciudad.





“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina