4. La mayor se llamaba Oholá, y su hermana, Oholibá. Ellas fueron mías y engendraron hijos e hijas -Oholá es el nombre de Samaría, y Oholibá, el de Jerusalén-.





“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina