42. De nuevo, por segunda vez, se fue a orar, diciendo: "Padre mío, si no es posible que este cáliz pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad".





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina