Jeremías, 32
33. La espalda me han dado, y no la cara; y mientras yo trataba de instruirlos y educarlos con constancia y sin cesar, no han querido escuchar ni aceptar la lección.
33. La espalda me han dado, y no la cara; y mientras yo trataba de instruirlos y educarlos con constancia y sin cesar, no han querido escuchar ni aceptar la lección.
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina