23. Abrahán tomó a Ismael, su hijo; a todos los esclavos nacidos en su casa, a los comprados con su dinero; a todos los varones que había en su casa, y aquel mismo día circuncidó la carne de su prepucio, como Dios le había ordenado.





“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina