2. Y por la calle de la puerta de arriba que da al norte llegaron seis hombres, cada cual con su instrumento de exterminio en la mano. En medio de ellos había un personaje, vestido de lino, con la cartera de escriba a la cintura. Entraron y se detuvieron junto al altar de bronce.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina