Baruc, 6
25. Al no tener pies, son llevados a hombros, exhibiendo a los hombres su propia ignominia. Y quedan también avergonzados sus servidores; porque si aquéllos caen en tierra, tienen que ser ellos los que los levanten.
25. Al no tener pies, son llevados a hombros, exhibiendo a los hombres su propia ignominia. Y quedan también avergonzados sus servidores; porque si aquéllos caen en tierra, tienen que ser ellos los que los levanten.
“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina