Jeremías, 25
17. Tomé la copa de mano de Yahveh, e hice beber a todas las naciones a las que me había enviado Yahveh:
17. Tomé la copa de mano de Yahveh, e hice beber a todas las naciones a las que me había enviado Yahveh:
“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina