13. El sábado salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde suponíamos que habría un sitio para orar. Nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que habían concurrido.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina