Eclesiastés, 9
8. En toda sazón sean tus ropas blancas y no falte ungüento sobre tu cabeza.
8. En toda sazón sean tus ropas blancas y no falte ungüento sobre tu cabeza.
“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina