50. No siendo otra cosa que madera dorada y plateada, se reconocer reconocerá más tarde que no son más que mentira. Para todos, naciones y reyes, quedará claro que no son dioses, sino obras de manos de hombres, y que no hay en ellos obra alguna de un dios.





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina