17. Todo el pueblo quedó fuera de sí y, postrándose, adoraron a Dios y exclamaron unánimemente: "Bendito eres, Dios nuestro, porque hoy has aniquilado a los enemigos de tu pueblo".





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina