4. y había hecho levantar sus puertas hasta una altura de treinta y cinco metros, por veinte de ancho, para que pudiera pasar su poderoso ejército y desfilar su infantería.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina