Job, 16
4. También yo hablaría como ustedes, si ustedes estuvieran en mi lugar. Los ensordecería con palabras y les haría gestos de conmiseración.
4. También yo hablaría como ustedes, si ustedes estuvieran en mi lugar. Los ensordecería con palabras y les haría gestos de conmiseración.
Job Capítulo 16 presenta la continuación del diálogo entre Job y sus amigos, que intentan explicar por qué está sufriendo. En este capítulo, Job lamenta el hecho de que sus amigos no pueden entender su dolor y afirman que Dios es responsable de sus sufrimientos. También expresa la esperanza de que Dios es testigo de su inocencia.
Salmo 22:1 - "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué te soportas de las palabras de mi enojado y no me ayudas?" Este versículo expresa el dolor y la angustia de alguien que se siente abandonado por Dios, como Job se siente en su situación de sufrimiento.
Salmo 69:20 - "Afrontas me rompió el corazón, y estoy muy débil; esperé a alguien que tuviera compasión, pero no había ninguno; y para consoladores, pero no los encontré". Este versículo refleja la soledad y la tristeza de alguien que está pasando por un momento difícil y no encuentra consuelo ni ayuda.
Isaías 53:3 - "Fue despreciado, y el más rechazado entre los hombres, un hombre de dolor y experimentado en el trabajo; y, como uno de los cuales se escondió la cara, fue despreciado, y no lo hicimos en absoluto. " Este versículo habla de alguien que es despreciado y sufre, pero al final es reconocido y valorado. Job también pasa por esta experiencia, siendo despreciado e ignorado por sus amigos, pero esperando que Dios lo reconozca.
Romanos 8:18 - "Para mí, estoy seguro de que las aflicciones de este tiempo presente no se comparan con la gloria que debe revelarse en nosotros". Este versículo habla sobre cómo las dificultades que enfrentamos en esta vida son temporales e insignificantes en comparación con la recompensa que nos espera en el futuro. El trabajo también parece ser consciente de esta perspectiva.
2 Corintios 1:3-4 - "Bendito sea el Dios y el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, el Padre de las Mercies, y el Dios de toda consolación, que nos consuela en toda nuestra tribulación, para que también podamos consolar a los que También están en alguna tribulación, con el consuelo con el que Dios somos consolados por Dios ". Este versículo habla sobre cómo Dios es el edredón en nuestras tribulaciones y cómo podemos usar nuestras experiencias para ayudar y consolar a los demás. Job también busca consuelo en Dios y espera que sus amigos aprendan de su experiencia.
“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina
