3. Después Salomón fue con toda la asamblea al lugar alto de Gabaón, donde estaba la Carpa del Encuentro de Dios, que Moisés, el servidor del Señor, había construido en el desierto.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina