18. para presidir el día y la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y Dios vio que esto era bueno.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina