Gefunden 488 Ergebnisse für: soy

  • Una vez que hayáis tomado la ciudad, le prenderéis fuego. Éstas son las órdenes que debéis cumplir. ¡Atención! Soy yo el que os lo mando". (Josué 8, 8)

  • convocó a todo Israel, ancianos, jefes, jueces y escribas, y les dijo: "Yo soy viejo, muy entrado en años. (Josué 23, 2)

  • Y os dije: Yo soy el Señor, vuestro Dios. No adoraréis a los dioses de los amorreos cuyas tierras vais a ocupar. Pero vosotros no me habéis obedecido". (Jueces 6, 10)

  • El Señor lo miró y le dijo: "Vete con la fuerza que tienes y salvarás a Israel del poder de los madianitas. ¿No soy yo quien te envía?". (Jueces 6, 14)

  • Gedeón respondió: "Por favor, Señor, ¿cómo salvaré yo a Israel? Mi familia es la más humilde de Manasés, y yo soy el último en la casa de mi padre". (Jueces 6, 15)

  • "Haced saber, por favor, a todos los nobles de Siquén: ¿Qué es mejor para vosotros: ser gobernados por setenta hombres, todos los hijos de Yerubaal, o ser gobernados por uno solo? Pensad, además, que yo soy hueso vuestro y carne vuestra". (Jueces 9, 2)

  • Manóaj se levantó, siguió a su mujer, llegó donde estaba el hombre y le dijo: "¿Eres tú el que ha hablado a esta mujer?". Él respondió: "Yo soy". (Jueces 13, 11)

  • Sansón le dijo: "Ahora sí que soy inocente del mal que voy a hacer a los filisteos". (Jueces 15, 3)

  • Micá le preguntó: "¿De dónde vienes?". Él le respondió: "Soy un levita de Belén de Judá, y voy de camino para establecerme donde pueda". (Jueces 17, 9)

  • Él respondió: "Venimos de Belén de Judá y vamos a la montaña de Efraín. Yo soy de allí. Fui a Belén de Judá, y ahora vuelvo a mi casa; pero nadie quiere hospedarme en su casa. (Jueces 19, 18)

  • Volveos, hijas mías, marchaos. Soy demasiado vieja para volverme a casar. Y aunque pudiese decir: tengo todavía esperanza, concebiré esta noche y tendré hijos, (Rut 1, 12)

  • Rut dijo: "Has sido muy amable conmigo, señor; me has consolado y me has hablado al corazón, aunque yo no soy ni siquiera como una de tus criadas". (Rut 2, 13)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina