Gefunden 22 Ergebnisse für: sonido

  • Al tercer día, a eso del amanecer, hubo truenos y relámpagos, una espesa nube sobre la montaña y un sonido muy fuerte de trompeta; todo el pueblo, que estaba en el campamento, temblaba. (Exodo 19, 16)

  • El sonido de la trompeta se iba haciendo cada vez más fuerte. Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno. (Exodo 19, 19)

  • Todo el pueblo distinguía los truenos y los relámpagos, el sonido de la trompeta y el humear de la montaña. El pueblo, al ver esto, temblaba y se mantenía a distancia. (Exodo 20, 18)

  • Lo llevará Aarón al oficiar, para que se oiga el sonido cuando entre y salga del santuario del Señor, y no muera. (Exodo 28, 35)

  • El pueblo gritó, y las trompetas sonaron. Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, se puso a gritar con todas sus fuerzas, y las murallas de la ciudad se derrumbaron; entonces el pueblo se lanzó al asalto, cada uno de frente, y la tomaron. (Josué 6, 20)

  • Así David y toda la casa de Israel trasladaron el arca del Señor en medio de aclamaciones y del sonido de trompetas. (II Samuel 6, 15)

  • Absalón mandó mensajeros a todas las tribus de Israel, para decirles: "Cuando oigáis el sonido de la trompeta, gritaréis: Absalón reina en Hebrón". (II Samuel 15, 10)

  • Donde oigáis el sonido del cuerno, corred allá para uniros a nosotros, y nuestro Dios luchará a nuestro lado". (Nehemías 4, 14)

  • mas su sonido se extiende por la tierra entera y hasta el confín del mundo sus palabras. Puso una tienda al sol allá en lo alto (Salmos 19, 5)

  • El ejército, dividido en dos partes, avanzaba al sonido de las trompetas. (I Macabeos 9, 12)

  • entonces gritaban los hijos de Aarón, tocaban las trompetas de metal bruñido, dejando oír un potente sonido, como memorial ante el altísimo. (Eclesiástico 50, 16)

  • ¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra. (Jeremías 4, 19)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina