Gefunden 40 Ergebnisse für: primicias

  • Han determinado consumir las primicias del trigo y los diezmos del vino y del aceite, cosas sagradas reservadas a los sacerdotes de Jerusalén, que ningún seglar puede tocar ni siquiera con las manos. (Judit 11, 13)

  • hirió de muerte a los primogénitos de Egipto, a las primicias de la virilidad en las tiendas de Cam; (Salmos 78, 51)

  • Hirió de muerte a todos los primogénitos del país, las primicias de su virilidad. (Salmos 105, 36)

  • Llevaron también las vestiduras sacerdotales, las primicias y los diezmos y a los nazireos que habían terminado el tiempo de su voto. (I Macabeos 3, 49)

  • Honra al Señor con tus riquezas, con las primicias de todos tus frutos; (Proverbios 3, 9)

  • Teme al Señor y honra al sacerdote, y dale su parte como te fue prescrito: las primicias, sacrificio de reparación, el lomo reservado, el sacrificio de consagración y las primicias de las cosas santas. (Eclesiástico 7, 31)

  • Honra al Señor con ofrenda generosa, y no seas mezquino al presentar tus primicias. (Eclesiástico 35, 7)

  • Acrecentó así la gloria de Aarón y le asignó una heredad; le dio en porción las primicias de los frutos y el pan en abundancia; (Eclesiástico 45, 20)

  • Israel era la posesión santa del Señor, las primicias de su cosecha; todo el que comía de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él, dice el Señor. (Jeremías 2, 3)

  • porque en mi santo monte, en el excelso monte de Israel, dice el Señor, me servirá todo el pueblo de Israel, cuantos vivan en el país; allí aceptaré gustosamente y solicitaré vuestras ofrendas, las primicias de vuestros dones, todo lo que queráis ofrecerme. (Ezequiel 20, 40)

  • Lo mejor de todas vuestras primicias y de toda clase de productos vuestros, todas las ofrendas que hagáis, pertenecerán a los sacerdotes. Así daréis a los sacerdotes lo mejor de vuestra parte, a fin de que la bendición repose sobre vuestras casas. (Ezequiel 44, 30)

  • No tenemos ya príncipe, profeta, ni caudillo, ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrendas, ni incienso, ni lugar donde ofrecerte las primicias (Daniel 3, 38)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina