Gefunden 90 Ergebnisse für: peso

  • Su ofrenda era una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación; (Números 7, 13)

  • un vaso de oro de ciento veinte gramos de peso lleno de perfume; (Números 7, 14)

  • Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; (Números 7, 19)

  • un vaso de oro de ciento veinte gramos de peso, lleno de perfume; (Números 7, 20)

  • Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; (Números 7, 25)

  • un vaso de oro de ciento veinte gramos de peso, lleno de perfume; (Números 7, 26)

  • Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; (Números 7, 31)

  • un vaso de oro de ciento veinte gramos de peso, lleno de perfume; (Números 7, 32)

  • Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; (Números 7, 37)

  • un vaso de oro de ciento veinte gramos de peso, lleno de perfume; (Números 7, 38)

  • Ofreció una bandeja de plata de kilo y medio de peso; un jarrón de plata de ochocientos cincuenta gramos según el peso del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la ofrenda; (Números 7, 43)

  • un vaso de oro de ciento veinte gramos de peso, lleno de perfume; (Números 7, 44)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina