Gefunden 1227 Ergebnisse für: no recibir en casa

  • En conclusión, el que se casa con su novia hace bien, y el que no se casa hace mejor. (I Corintios 7, 38)

  • ¿O lo dice, evidentemente, por nosotros? Sí, se dice por nosotros. Porque tanto el que labra la tierra como el que trilla el grano lo hacen con la esperanza de recibir parte de la cosecha. (I Corintios 9, 10)

  • ¿Es que no tenéis vuestra casa para comer y beber? ¿O es que despreciáis a la Iglesia de Dios y queréis dejar en vergüenza a los que no tienen? ¿Qué os voy a decir? ¿He de felicitaros? En esto no os puedo felicitar. (I Corintios 11, 22)

  • Y si alguno tiene hambre, que coma en su casa, y que en vuestras reuniones no haya motivo alguno para castigaros. Lo demás lo arreglaré a mi llegada. (I Corintios 11, 34)

  • Y si quieren aprender algo, que pregunten en casa a sus maridos, pues no está bien que la mujer hable en la asamblea. (I Corintios 14, 35)

  • Os saludan las iglesias de Asia. Os mandan muchos saludos Áquila y Prisca, con la iglesia que se reúne en su casa. (I Corintios 16, 19)

  • Sabemos que si esta tienda en que habitamos en la tierra se destruye, tenemos otra casa, que es obra de Dios; una morada eterna en los cielos, no construida por mano de hombres. (II Corintios 5, 1)

  • Siendo, pues, colaboradores, os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. (II Corintios 6, 1)

  • Os saludan todos los que pertenecen al pueblo de Dios, en especial los de la casa del César. (Filipenses 4, 22)

  • Saludad a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia que se reúne en su casa. (Colosenses 4, 15)

  • Por todo ello damos continuamente gracias a Dios: porque, al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la abrazasteis no como palabra de hombre, sino como lo que es en verdad, la palabra de Dios, que permanece vitalmente activa en vosotros, los creyentes. (I Tesalonicenses 2, 13)

  • que sepa gobernar bien su propia casa y hacer que sus hijos sean obedientes y respetuosos; (I Timoteo 3, 4)


“Quando fizer o bem, esqueça. Se fizer o mal, pense no que fez e se arrependa.” São Padre Pio de Pietrelcina