Gefunden 380 Ergebnisse für: monte Sión

  • Seis días después Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, su hermano, y los llevó a un monte alto a solas. (Mateo 17, 1)

  • Y mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No contéis a nadie esta visión hasta que el hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos". (Mateo 17, 9)

  • Les dijo: "Por vuestra poca fe; os aseguro que si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Vete de aquí allá, y se trasladaría; nada os sería imposible". (Mateo 17, 20)

  • Al acercarse a Jerusalén, llegaron a Betfagé, al monte de los Olivos; Jesús envió a dos discípulos, (Mateo 21, 1)

  • Decid a la hija de Sión: Mira que tu rey viene a ti humilde y montado en un asno, en un pollino, hijo de animal de carga. (Mateo 21, 5)

  • Jesús les respondió: "Os aseguro que si tuvierais fe y no dudarais, no sólo haríais lo de la higuera, sino que si decís a este monte: Quítate de ahí y échate al mar, así se hará. (Mateo 21, 21)

  • Estando él sentado en el monte de los Olivos, fueron los discípulos y le preguntaron a solas: "Dinos, ¿cuándo sucederá eso y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?". (Mateo 24, 3)

  • Después de haber cantado los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. (Mateo 26, 30)

  • Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús había señalado, (Mateo 28, 16)

  • Después subió al monte, llamó a los que él quiso, y ellos se acercaron a él. (Marcos 3, 13)

  • Había por allí, en la ladera del monte, una gran piara de cerdos paciendo. (Marcos 5, 11)

  • Y una vez que la despidió, se fue al monte a orar. (Marcos 6, 46)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina