Gefunden 220 Ergebnisse für: espina en la carne

  • Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios; (Romanos 8, 8)

  • pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pues si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. (Romanos 8, 9)

  • Es mejor no comer carne ni beber vino o cualquier otra cosa que pueda escandalizar a tu hermano. (Romanos 14, 21)

  • ¿No sabéis que quien se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues, como dice la Escritura, los dos serán una sola carne. (I Corintios 6, 16)

  • Sobre la carne ofrecida en sacrificio a los ídolos, está claro que todos tenemos la ciencia suficiente. Pero la ciencia envanece; lo único verdaderamente provechoso es el amor. (I Corintios 8, 1)

  • Si tú, que tienes conocimiento claro de todo esto, te sientas a comer carne ofrecida en sacrificio a los ídolos, ¿no podrás inducir a que otro, con la conciencia insegura, se decida también a comer esa carne? (I Corintios 8, 10)

  • Por tanto, si una comida escandaliza a mi hermano, jamás comeré carne para no escandalizarle. (I Corintios 8, 13)

  • Hermanos, os digo que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni lo corruptible heredará lo incorruptible. (I Corintios 15, 50)

  • pues es claro que vosotros sois una carta de Cristo redactada por mí y escrita, no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de carne, en vuestros corazones. (II Corintios 3, 3)

  • Porque, viviendo, estamos siempre expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal. (II Corintios 4, 11)

  • Y para que no sea orgulloso por la sublimidad de las revelaciones, me han clavado una espina en el cuerpo, un ángel de Satanás, que me abofetea para que no me haga un soberbio. (II Corintios 12, 7)

  • Tres veces he pedido al Señor que me saque esa espina, (II Corintios 12, 8)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina