Gefunden 1645 Ergebnisse für: corazón de David

  • Hermanos, tened cuidado, que no haya entre vosotros un corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo. (Hebreos 3, 12)

  • de nuevo Dios fija un día, un "hoy", diciendo por David, después de tanto tiempo, lo que ya ha sido dicho: ¡Hoy, si oís su voz, no endurezcáis vuestros corazones!... (Hebreos 4, 7)

  • Pues si Josué les hubiese procurado el reposo, (David) no hubiese hablado después de esto de otro día. (Hebreos 4, 8)

  • Ésta es la alianza que haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor. Pondré mis leyes en su mente, las escribiré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura. (Hebreos 10, 22)

  • ¿Y qué más diré? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, lo mismo que de Samuel y los profetas, (Hebreos 11, 32)

  • No os dejéis engañar por doctrinas distintas y extrañas; porque es mejor afianzar el corazón con la gracia que con alimentos que no son de provecho alguno para quienes se aferran a ellos. (Hebreos 13, 9)

  • Practicad de todo corazón la hospitalidad unos con otros. (I Pedro 4, 9)

  • tienen sus ojos llenos de adulterio y no se hartan de pecar; seducen a los inestables; tienen el corazón habituado a la avaricia, son gente maldita. (II Pedro 2, 14)

  • Escribe al ángel de la Iglesia de Filadelfia: Esto es lo que dice el santo, el veraz, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cerrará, el que cierra y nadie abrirá: (Apocalipsis 3, 7)

  • Uno de los ancianos me dijo: Deja de llorar, que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; él abrirá el libro y sus siete sellos. (Apocalipsis 5, 5)

  • cuanto se ha procurado de gloria y de lujo, dadle de tormento y de duelo. Porque ella dice en su corazón: Estoy sentada como reina, y no soy viuda; no conoceré jamás el duelo, (Apocalipsis 18, 7)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina