Gefunden 48 Ergebnisse für: clamor público

  • Cuantos oían el clamor de aquella muchedumbre, la marcha de tanta gente y el ruido de las armas quedaban aterrorizados: era verdaderamente un ejército numeroso y temible. (I Macabeos 6, 41)

  • Cuando esto se hizo público y se comunicó al rey de Persia que en el lugar donde los sacerdotes cautivos escondieron el fuego había aparecido agua con la que los compañeros de Nehemías santificaron el sacrificio, aquél, después de comprobar el hecho, hizo (II Macabeos 1, 33)

  • Al bienhechor de la ciudad, al defensor de su pueblo y al celador de la ley se atrevía a llamar traidor del orden público; (II Macabeos 4, 2)

  • que tuviera también piedad de la ciudad devastada, a punto de ser completamente arrasada; que oyera el clamor de la sangre, que pedía a gritos justicia; (II Macabeos 8, 3)

  • Se publicó un decreto, en el que se ordenaba que todo el pueblo judío debería conmemorar tales fiestas todos los años. (II Macabeos 10, 8)

  • Estalló entonces un gran clamor y alarido, bendiciendo al todopoderoso en su lengua patria. (II Macabeos 15, 29)

  • Demasiado sublime es para el insensato la sabiduría, en público no abre la boca. (Proverbios 24, 7)

  • Porque, ¿qué ventaja sobre el necio tiene el sabio? ¿Qué ventaja sobre el pobre, el que sabe comportarse en público? (Eclesiastés 6, 8)

  • Clamor de multitudes en los montes, como de pueblo innumerable; ruido de tumulto de reinos, de pueblos aliados. El Señor omnipotente pasa revista a sus fuerzas de guerra. (Isaías 13, 4)

  • ¡Ay, mis entrañas, mis entrañas! ¡Cómo sufro! ¡Entretelas de mi corazón! El corazón se me salta; ya no puedo callarme porque he oído el sonido del clarín, el clamor de guerra. (Jeremías 4, 19)

  • Ante el clamor de los jinetes y de los arqueros todas las ciudades se dan a la fuga; se esconden en los bosques, escalan las rocas. Toda la ciudad está desierta; no queda en ella un alma. (Jeremías 4, 29)

  • Están armados de arcos y espadas; son crueles, sin piedad. Su clamor es como el estruendo del mar, cabalgan en corceles, cada uno está armado para la batalla contra ti, hija de Sión. (Jeremías 6, 23)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina