Gefunden 7884 Ergebnisse für: ciudad del Señor

  • "Escúchanos, señor; tú eres entre nosotros un príncipe de Dios; sepulta a tu difunta en la mejor de nuestras tumbas. Ninguno te negará la suya para que puedas enterrar a tu difunta". (Génesis 23, 6)

  • Efrón, que estaba entre los hititas, respondió a Abrahán en presencia de los hititas y ante todos los que entraban por la puerta de la ciudad: (Génesis 23, 10)

  • "No, señor; escúchame: yo te doy el campo y la cueva que hay en él; delante de los hijos de mi pueblo te lo doy; sepulta a tu difunta". (Génesis 23, 11)

  • "Señor, escúchame; una tierra de cuatrocientas monedas de plata, ¿qué es para ti ni para mí?". (Génesis 23, 15)

  • pasaron a ser propiedad de Abrahán en presencia de todos los hititas y de todos los que entraban por la puerta de la ciudad. (Génesis 23, 18)

  • Abrahán era ya muy viejo, y el Señor le había bendecido en todo. (Génesis 24, 1)

  • Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito, (Génesis 24, 3)

  • El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mi familia, que me habló y me juró diciéndome: Yo daré esta tierra a tu descendencia, él enviará su ángel delante de ti, para que tomes de allí mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • El criado puso su mano debajo del muslo de Abrahán, su señor, y se lo juró. (Génesis 24, 9)

  • El criado tomó diez camellos de los de su señor y partió llevando consigo toda clase de regalos de su señor. Puesto en camino, llegó a Arán Naharáyim, la ciudad de Najor. (Génesis 24, 10)

  • Hizo arrodillar a los camellos en las afueras de la ciudad junto al pozo a la hora de la tarde en que las mozas salen por agua, (Génesis 24, 11)

  • y dijo: "Señor, Dios de mi amo Abrahán, haz que tenga hoy un buen encuentro y muestra tu amistad con mi amo Abrahán. (Génesis 24, 12)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina