Gefunden 318 Ergebnisse für: arca del pacto

  • Cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: "¡Levántate, Señor, y sean dispersados tus enemigos; huyan ante ti los que te odian!". (Números 10, 35)

  • Sin embargo, se obstinaron en subir a la cima de la montaña; pero el arca de la alianza del Señor y Moisés no se movieron de en medio del campamento. (Números 14, 44)

  • Hazle saber que yo hago con él un pacto de paz. (Números 25, 12)

  • Será para él y para su descendencia un pacto que le asegurará el sacerdocio eternamente por haber sido celador de su Dios y haber obtenido el perdón para los israelitas. (Números 25, 13)

  • Entonces el Señor me dijo: Talla dos tablas de piedra como las primeras, tráemelas a la montaña y hazte un arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)

  • Yo escribiré sobre las tablas las palabras escritas sobre las primeras, que tú rompiste, y luego las guardarás en el arca. (Deuteronomio 10, 2)

  • Hice, pues, un arca de madera de acacia, tallé dos tablas de piedra como las primeras y subí con ellas a la montaña. (Deuteronomio 10, 3)

  • Yo bajé del monte, coloqué las tablas en el arca que había hecho, y allí quedaron depositadas, como el Señor me había ordenado. (Deuteronomio 10, 5)

  • El Señor puso entonces aparte la tribu de Leví, destinándola a llevar el arca de la alianza del Señor, a estar en su presencia, darle culto y bendecir en su nombre, como siguen haciendo hasta hoy. (Deuteronomio 10, 8)

  • Moisés escribió luego esta ley y la entregó a los sacerdotes levitas, que llevaban el arca de la alianza del Señor, y a todos los ancianos de Israel. (Deuteronomio 31, 9)

  • dio estas órdenes a los levitas que llevaban el arca de la alianza del Señor: (Deuteronomio 31, 25)

  • "Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca de la alianza del Señor, vuestro Dios; que esté allí como testimonio contra ti, (Deuteronomio 31, 26)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina