Gefunden 37 Ergebnisse für: Violeta

  • De púrpura violeta, escarlata y carmesí confeccionaron las vestiduras preciosas para el servicio del santuario y las vestiduras sagradas de Aarón, según el Señor había ordenado a Moisés. (Exodo 39, 1)

  • Hicieron el efod de oro y de lino fino trenzado, en púrpura violeta, escarlata y carmesí. (Exodo 39, 2)

  • Machacaron el oro, haciéndolo láminas, que cortaron en hilos para entrelazarlos, en púrpura violeta, escarlata y carmesí, y lino fino trenzado, artísticamente recamado. (Exodo 39, 3)

  • y el cinturón para sujetarlo por encima, formando una sola pieza con él, del mismo trabajo: oro, púrpura violeta, escarlata y carmesí, y lino fino trenzado, como el Señor había mandado a Moisés. (Exodo 39, 5)

  • Hicieron el pectoral de la misma manera que el efod, de oro y lino fino trenzado, artísticamente recamado en púrpura violeta, escarlata y carmesí. (Exodo 39, 8)

  • Sujetaron el pectoral, uniendo sus anillos a los anillos del efod con un cordón de púrpura violeta para que quedase sujeto por encima del cinturón del efod y no se desprendiese de él, como el Señor había mandado a Moisés. (Exodo 39, 21)

  • Hicieron el manto del efod todo de púrpura violeta, (Exodo 39, 22)

  • Adornaron el vuelo inferior con granadas de lino fino trenzado, en púrpura violeta, escarlata y carmesí. (Exodo 39, 24)

  • el cinturón, también de lino fino, artísticamente recamado en púrpura violeta, escarlata y carmesí, como el Señor había mandado a Moisés. (Exodo 39, 29)

  • y la sujetaron, con un cordón de púrpura violeta, en lo alto, sobre la tiara, como el Señor había mandado a Moisés. (Exodo 39, 31)

  • Hizo la cortina de púrpura violeta, escarlata, carmesí y lino, con querubines bordados. (II Crónicas 3, 14)

  • Mardoqueo salió de la presencia del rey con vestiduras regias de color violeta y blanco, una gran corona de oro y manto de lino y púrpura. Toda la ciudad de Susa se regocijó grandemente. (Ester 8, 15)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina