Gefunden 98 Ergebnisse für: Vestido

  • Si uno lleva carne santificada en la parte extrema de su vestido y toca con su vestido pan, alimentos cocidos, vino, aceite o cualquier clase de alimentos, ¿será esto santificado?". Los sacerdotes respondieron: "No". (Ageo 2, 12)

  • Josué estaba vestido con ropas sucias y de pie delante del ángel. (Zacarías 3, 3)

  • El ángel tomó la palabra y dijo a los que estaban delante: Quitadle de encima esas ropas sucias. Después dijo a Josué: Mira, he quitado de encima de ti tus pecados y te he vestido con vestidos preciosos. (Zacarías 3, 4)

  • Esto dice el Señor todopoderoso: "En aquellos días diez hombres de todas las lenguas del mundo agarrarán a un judío de la orla de su vestido y le dirán: Dejadnos ir con vosotros, pues hemos oído que Dios está con vosotros". (Zacarías 8, 23)

  • Pues el que se divorcia de su mujer porque la odia -dice el Señor, Dios de Israel- cubre de violencia su vestido -dice el Señor todopoderoso-. Respetad vuestras vidas y no seáis infieles. (Malaquías 2, 16)

  • Juan tenía un vestido de pelo de camello y un cinturón de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. (Mateo 3, 4)

  • Por esto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué vais a comer; ni por vuestro cuerpo, qué vais a vestir. Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido. (Mateo 6, 25)

  • Y del vestido, ¿por qué os preocupáis? Mirad cómo crecen los lirios del campo, no se fatigan ni hilan; (Mateo 6, 28)

  • "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestido de oveja y por dentro son lobos rapaces. (Mateo 7, 15)

  • Nadie remienda con paño nuevo un vestido viejo, pues el remiendo nuevo tirará del vestido y el rasgón se hará mayor. (Mateo 9, 16)

  • ¿Pues qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido lujosamente? Los que visten lujosamente están en los palacios de los reyes. (Mateo 11, 8)

  • Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. (Mateo 28, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina