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  • Mandó a algunos jóvenes israelitas a ofrecer holocaustos e inmolar novillos como sacrificios de reconciliación en honor del Señor. (Exodo 24, 5)

  • Aquí vendré yo a encontrarme contigo, y desde encima del propiciatorio, entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, te comunicaré todo lo que te ordene respecto a los israelitas". (Exodo 25, 22)

  • "Haz venir junto a ti, de en medio de los israelitas, a Aarón, tu hermano, y a sus hijos con él para que sean mis sacerdotes; Aarón, Nadab, Abihú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón. (Exodo 28, 1)

  • Del mismo modo haces venir a sus hijos y los revistes con las túnicas; (Exodo 29, 8)

  • "Cuando cuentes a los israelitas para hacer su censo, cada uno de los sujetos a él ofrecerá al Señor un rescate por su persona en el momento de hacer el censo, para que no venga sobre ellos plaga alguna durante el censo. (Exodo 30, 12)

  • se plantó en la puerta del campamento y dijo: "Los partidarios del Señor, que vengan conmigo". Y se reunieron en torno a él todos los hijos de Leví. (Exodo 32, 26)

  • El Señor hablaba a Moisés cara a cara, como se habla entre amigos. Luego Moisés volvía al campamento; pero Josué, su ministro, hijo de Nun, joven todavía, no se apartaba de la tienda. (Exodo 33, 11)

  • Después harás venir a Aarón y a sus hijos ante la puerta de la tienda de la reunión y los lavarás con agua. (Exodo 40, 12)

  • Tomó todas las grasas que envuelven las entrañas, la sabanilla que recubre el hígado y los dos riñones con sus grasas, y los quemó sobre el altar. (Levítico 8, 16)

  • Tomó las grasas, la cola, todas las grasas que envuelven las entrañas, la sabanilla que recubre el hígado, los dos riñones, juntamente con sus grasas, y la pierna derecha; (Levítico 8, 25)

  • Moisés llamó a Misael y Elsafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo: "Venid y llevad a vuestros hermanos lejos del santuario, fuera del campamento". (Levítico 10, 4)

  • Si se muere uno de los animales que os sirven de alimento, quien toque el cadáver quedará impuro hasta la tarde; (Levítico 11, 39)


“Deus quer que as suas misérias sejam o trono da Sua misericórdia.” São Padre Pio de Pietrelcina