Gefunden 167 Ergebnisse für: San Judas

  • Rodoco, uno de los hombres de Judas, descubrió secretos a los enemigos; pero lo encontraron, lo encarcelaron y lo ajusticiaron. (II Macabeos 13, 21)

  • El rey volvió a tener contacto con los defensores de Betsur, hizo la paz con ellos y se retiró. Cayó sobre las tropas de Judas, pero fue derrotado. (II Macabeos 13, 22)

  • A los tres años, los de Judas se enteraron de que Demetrio, hijo de Seleuco, había desembarcado en Trípoli con un poderoso ejército y una gran flota, (II Macabeos 14, 1)

  • "La secta de los judíos llamada asideos, cuyo caudillo es Judas Macabeo, fomenta guerras y sediciones y no deja al reino vivir en paz. (II Macabeos 14, 6)

  • Mientras subsista Judas es imposible que las cosas vayan en paz". (II Macabeos 14, 10)

  • Al oír esto, los amigos del rey, enemigos de Judas, encendieron aún más la ira de Demetrio. (II Macabeos 14, 11)

  • y lo hizo partir con órdenes de matar a Judas, de dispersar sus tropas y de restablecer a Alcimo como sumo sacerdote del magnífico templo. (II Macabeos 14, 13)

  • Los gentiles, que habían huido de Judea por temor a Judas, se agregaron en grandes grupos a Nicanor, pensando que las desgracias y las desventuras de los judíos serían su propia fortuna. (II Macabeos 14, 14)

  • Simón, hermano de Judas, atacaba a Nicanor; pero sus tropas dudaron un momento, estupefactas por la repentina llegada de enemigos. (II Macabeos 14, 17)

  • A pesar de esto, Nicanor, conociendo el valor de los de Judas y el entusiasmo con que luchaban por la patria, no quiso aventurarse a ponerlo todo a prueba de sangre. (II Macabeos 14, 18)

  • Judas había dejado en sitios estratégicos hombres armados, dispuestos a intervenir, por temor de alguna perfidia imprevista por parte de los enemigos; pero tuvieron una buena entrevista. (II Macabeos 14, 22)

  • Y tenía siempre a Judas en su presencia, pues lo amaba sinceramente. (II Macabeos 14, 24)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina