Gefunden 69 Ergebnisse für: Querido

  • Quedarás libre del juramento que me haces solamente cuando hayas llegado a mi familia y no te la hayan querido dar. (Génesis 24, 41)

  • Tengo vacas, asnos y ovejas, esclavos y esclavas, y he querido decírselo a mi señor para hallar gracia a sus ojos". (Génesis 32, 6)

  • y le dirás: El Señor, Dios de los hebreos, me ha enviado para decirte: Deja ir a mi pueblo para que me sirva en el desierto, pero hasta ahora no has querido escuchar. Ahora dice el Señor: (Exodo 7, 16)

  • Porque el Señor os amó y porque ha querido cumplir el juramento hecho a vuestros padres, os ha sacado de Egipto con mano poderosa y os ha librado de la casa de la esclavitud, de la mano del Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7, 8)

  • Le matarás a pedradas, pues ha querido apartarte del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la casa de la esclavitud. (Deuteronomio 13, 11)

  • Yo hubiera querido reducirlos a polvo, borrar de entre los hombres su memoria; (Deuteronomio 32, 26)

  • Las mujeres decían a Noemí: "Bendito sea el Señor, que ha querido que no te faltase un heredero y que el nombre del difunto se conserve en Israel. (Rut 4, 14)

  • Hoy mismo has visto con tus propios ojos cómo el Señor te puso en mis manos en la cueva, y no he querido matarte. Te he perdonado, diciéndome: No pondré mi mano sobre mi señor, porque es el ungido del Señor. (I Samuel 24, 11)

  • Esto dice el Señor: No vayáis a luchar con vuestros hermanos, los israelitas. Volveos a vuestras casas, pues esto ha sucedido porque yo lo he querido". Ellos obedecieron la voz del Señor, y se volvieron, como lo ordenaba el Señor. (I Reyes 12, 24)

  • Ajab entró en su palacio triste e irritado porque Nabot, el yezraelita, no le había querido dar la herencia de sus padres. Se metió en la cama, volvió la cara a la pared y no probó bocado. (I Reyes 21, 4)

  • Ocozías, hijo de Ajab, había dicho a Josafat: "Que mis súbditos vayan con los tuyos en las naves". Pero Josafat no había querido. (I Reyes 22, 50)

  • Esto dice el Señor: No vayáis a luchar contra vuestros hermanos; volveos a vuestras casas, pues esto ha sucedido porque yo lo he querido". Ellos obedecieron la voz del Señor, y se volvieron sin luchar contra Jeroboán. (II Crónicas 11, 4)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina