Gefunden 66 Ergebnisse für: Quedé

  • Ana no quiso acompañarle; le dijo a su marido: "Cuando el niño haya sido destetado, yo lo llevaré para que sea presentado al Señor y se quede allí para siempre". (I Samuel 1, 22)

  • Saúl mandó decir a Jesé: "Te suplico que David se quede a mi servicio, porque me agrada mucho". (I Samuel 16, 22)

  • Si se retira a una ciudad, todo Israel llevará cuerdas a esta ciudad y la arrastraremos al torrente, hasta que no quede en ella ni una piedra". (II Samuel 17, 13)

  • A su hijo le dejaré una tribu, para que a mi siervo David le quede siempre ante mí una lámpara en Jerusalén, la ciudad que elegí para poner en ella mi nombre. (I Reyes 11, 36)

  • Luego sacudí mi manto y dije: "Así sacuda Dios la casa y la hacienda de aquel que no mantenga esta promesa; así sea sacudido y se quede sin nada". Toda la asamblea respondió: "¡Así sea!"; y alabó al Señor. Y el pueblo cumplió lo que había prometido. (Nehemías 5, 13)

  • No me di cuenta de que en la pared había golondrinas y, estando con los ojos abiertos, las golondrinas dejaron caer sobre mis ojos sus excrementos calientes, causándome unas manchas blancas. Acudí a los médicos buscando curación; pero cuantos más ungüentos me aplicaban, menos veía, hasta que me quedé completamente ciego. Durante cuatro años no pude ver. Mis hermanos estaban afligidos. Ajicar se preocupó de mi alimento durante dos años, hasta que se marchó a Elimaida. (Tobías 2, 10)

  • Toda ciudad o región que se niegue a seguir estas órdenes sea pasada a hierro y fuego y quede inhabitable para los hombres y eternamente detestable incluso para las fieras y aves del cielo". (Ester 16, 24)

  • ¿Por qué no me quedé muerto desde el seno materno? ¿Por qué no expiré al salir del vientre? (Job 3, 11)

  • Con su orgullo el criminal al infeliz oprime; ¡quede preso en la redada que le ha urdido! (Salmos 10, 2)

  • Quiebra el brazo del criminal y del malvado, castiga su crueldad, no quede rastro. (Salmos 10, 15)

  • en ti espero, Dios mío, no quede defraudado; que no triunfen de mí mis enemigos. (Salmos 25, 2)

  • No queda defraudado el que en ti espera, que lo quede el que traiciona sin motivo. (Salmos 25, 3)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina