Gefunden 326 Ergebnisse für: Pueblos

  • Voy a castigarlos. Los pueblos se reunirán contra ellos cuando yo los castigue por su doble crimen. (Oseas 10, 10)

  • Ante él se estremecen los pueblos, todos los rostros palidecen. (Joel 2, 6)

  • Que entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: "Perdona a tu pueblo, Señor, y no entregues tu heredad al oprobio, a la burla de las gentes. ¿Por qué se ha de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?". (Joel 2, 17)

  • Aprisa; venid todos vosotros, pueblos circundantes, y reuníos allá. Señor, haz bajar a tus valientes. (Joel 4, 11)

  • Que se pongan en marcha las naciones camino del valle de Josafat. Allí me sentaré yo para juzgar a todos los pueblos circundantes. (Joel 4, 12)

  • Ay de los que ponen su seguridad en Sión y de los que confían en el monte de Samaría, los que se consideran los jefes del primero de los pueblos y a los cuales viene la casa de Israel. (Amós 6, 1)

  • Escuchad, pueblos todos, presta oído, tierra y todo cuanto te llena; el Señor va a testificar contra vosotros, el Señor desde su santo templo. (Miqueas 1, 2)

  • Y sucederá en el futuro que el monte del templo del Señor será asentado en la cima de los montes y se alzará sobre las colinas. A él afluirán los pueblos, (Miqueas 4, 1)

  • Él será árbitro entre pueblos numerosos, y juzgará a naciones poderosas y lejanas; ellas cambiarán sus espadas en azadas y sus lanzas en podaderas; no empuñará más la espada pueblo contra pueblo ni se adiestrarán más en la guerra. (Miqueas 4, 3)

  • Porque todos los pueblos caminan cada uno en nombre de su dios; pero nosotros caminaremos en el nombre del Señor, nuestro Dios, para siempre jamás. (Miqueas 4, 5)

  • Levántate y trilla, hija de Sión. Yo haré tus cuernos de hierro y de bronce tus pezuñas; triturarás a numerosos pueblos, consagrarás su botín al Señor, y sus riquezas al dueño de toda la tierra. (Miqueas 4, 13)

  • Y el resto de Jacob será, en medio de la multitud de los pueblos, como rocío que viene del Señor, como lluvia sobre la hierba, que no aguarda a los hombres ni espera nada de los mortales. (Miqueas 5, 6)


“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina