Gefunden 83 Ergebnisse für: Mirad
llamó a sus criados y les dijo: "Mirad, nos ha traído un hebreo para abusar de nosotros. Se acercó a mí para acostarse conmigo, pero yo me puse a gritar (Génesis 39, 14)
"Cuando asistáis en un parto a las hebreas, mirad el sexo; si es niño, matadlo; si es niña, dejadla vivir". (Exodo 1, 16)
Moisés dijo a los israelitas: "Mirad, el Señor ha llamado por su nombre a Besalel, hijo de Urí, hijo de Jur, de la tribu de Judá, (Exodo 35, 30)
Mirad: yo os pongo hoy delante bendición y maldición. (Deuteronomio 11, 26)
Mirad nuestro pan; todavía estaba caliente cuando lo tomamos en nuestras casas el día que partimos para salir a vuestro encuentro, y ahora está duro y hecho migas; (Josué 9, 12)
Y dijimos: Si el día de mañana llegaran a decirnos esto a nosotros o a nuestros descendientes, responderíamos: Mirad la forma del altar del Señor que levantaron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos u otros sacrificios, sino para que sirviese de testimonio entre nosotros y vosotros. (Josué 22, 28)
Mirad, yo he repartido entre vosotros por suerte, como heredad para vuestras tribus, estos pueblos que han quedado, lo mismo que aquellos que yo he exterminado desde el Jordán hasta el mar Mediterráneo, a occidente. (Josué 23, 4)
Samuel dijo a todo el pueblo: "Mirad al elegido del Señor. No hay nadie como él en todo el pueblo". Y todo el pueblo gritó: "¡Viva el rey!". (I Samuel 10, 24)
Jonatán respondió: "Mi padre ha causado mucho mal al país; mirad cómo mis ojos se han iluminado cuando yo he gustado un poco de miel. (I Samuel 14, 29)
David dijo a Abisay y a todos sus servidores: "Mirad, si mi hijo, salido de mis entrañas, busca mi vida, con mayor razón lo hará este hijo de Benjamín. Dejadle maldecir, si se lo ha ordenado el Señor. (II Samuel 16, 11)
Eliseo estaba sentado en su casa, con los ancianos que le rodeaban, cuando el rey le envió a un mensajero; pero antes de que el mensajero llegase, Eliseo había dicho a los ancianos: "¿Habéis visto cómo este hijo de asesino ha mandado a cortarme la cabeza? Mirad, cuando el mensajero llegue, cerrad la puerta y no le dejéis pasar. ¿No sentís el ruido de los pasos de su señor detrás de él?". (II Reyes 6, 32)
Y al día siguiente por la mañana salió y dijo a todo el pueblo: "Vosotros sois inocentes. Mirad, yo conspiré contra mi señor y le di muerte; pero a todos éstos, ¿quién los ha matado? (II Reyes 10, 9)