Gefunden 1710 Ergebnisse für: Ellos

  • mi corazón no estaba tranquilo por no haber encontrado a Tito, mi hermano. Me despedí de ellos, y partí para Macedonia. (II Corintios 2, 13)

  • y murió por todos, para que los que viven no vivan para sí, sino para quien murió y resucitó por ellos. (II Corintios 5, 15)

  • ¿Qué relación hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque nosotros somos templos del Dios vivo. Como dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (II Corintios 6, 16)

  • Por esto: Salid y separaos de ellos -dice el Señor-; no toquéis nada impuro, y yo os recibiré; (II Corintios 6, 17)

  • Os envío con ellos a uno de nuestros hermanos, cuya entrega he podido comprobar muchas veces y en diversas ocasiones, y mucho más ahora, por la gran confianza que tiene en vosotros. (II Corintios 8, 22)

  • Al darles esta ayuda, ellos alabarán a Dios, pues comprueban que obedecéis al evangelio de Cristo, ya que demostráis tener una generosa solidaridad con ellos y con todos. (II Corintios 9, 13)

  • Ellos pedirán por vosotros con mucho cariño por tantas gracias como Dios os ha dado. (II Corintios 9, 14)

  • ¿Son ministros de Cristo? Voy a decir una locura: yo mucho más que ellos. Más en trabajos, más en prisiones; en palizas, inmensamente más; en peligros de muerte, muchas veces. (II Corintios 11, 23)

  • Los dirigentes no me añadieron nada -lo que ellos fueron antes, no me interesa, pues Dios no juzga por las apariencias-, (Gálatas 2, 6)

  • y ellos a los judíos, con tal que nos acordásemos de los pobres, lo que he procurado hacer con el máximo interés. (Gálatas 2, 10)

  • Pero la ley no procede de la fe, sino que dice: El que cumpla estos preceptos, por ellos vivirá. (Gálatas 3, 12)

  • Os demuestran un afecto de mala ley, os quieren aislar de mí para que los sigáis a ellos. (Gálatas 4, 17)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina