Gefunden 804 Ergebnisse für: vida nueva

  • ya que por la obra de Cristo ha estado a punto de morir, arriesgando su vida para supliros en el servicio que no podíais prestarme vosotros mismos. (Filipenses 2, 30)

  • También te ruego a ti, Sícigo, verdadero «compañero», que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. (Filipenses 4, 3)

  • Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios. (Colosenses 3, 3)

  • Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él. (Colosenses 3, 4)

  • Y si encontré misericordia fue para que en mí primeramente manifestase Jesucristo toda su paciencia y sirviera de ejemplo a los que habían de creer en él para obtener vida eterna. (I Timoteo 1, 16)

  • por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. (I Timoteo 2, 2)

  • Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura. (I Timoteo 4, 8)

  • Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. (I Timoteo 6, 12)

  • Te recomiendo en la presencia de Dios que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, (I Timoteo 6, 13)

  • de esta forma irán atesorando para el futuro un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera. (I Timoteo 6, 19)

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la Promesa de vida que está en Cristo Jesús, (II Timoteo 1, 1)

  • y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio (II Timoteo 1, 10)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina