Gefunden 1710 Ergebnisse für: uno

  • Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. (I Juan 4, 7)

  • Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. (I Juan 4, 11)

  • A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. (I Juan 4, 12)

  • Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. (I Juan 4, 20)

  • Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y le dará vida - a los que cometan pecados que no son de muerte pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida -. (I Juan 5, 16)

  • Y ahora te ruego, Señora - y no es que te escriba un mandamiento nuevo, sino el que tenemos desde el comienzo - que nos amemos unos a otros. (II Juan 1, 5)

  • Si alguno viene a vosotros y no es portador de esta doctrina, no le recibáis en casa ni le saludéis, (II Juan 1, 10)

  • La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda a los amigos, a cada uno en particular. (III Juan 1, 15)

  • Porque se han introducido solapadamente algunos que hace tiempo la Escritura señaló ya para esta sentencia. Son impíos, que conviertan en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan al único Dueño y Señor nuestro Jesucristo. (Judas 1, 4)

  • Estos son unos murmuradores, descontentos de su suerte, que viven según sus pasiones, cuya boca dice palabras altisonantes, que adulan por interés. (Judas 1, 16)

  • A unos, a los que vacilan, tratad de convencerlos; (Judas 1, 22)

  • No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días. Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2, 10)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina