Gefunden 30 Ergebnisse für: sol se detuvo

  • Llegó Naamán con sus caballos y su carro y se detuvo a la entrada de la casa de Eliseo. (II Reyes 5, 9)

  • Se volvió al hombre de Dios, él y todo su acompañamiento, llegó, se detuvo ante él y dijo: «Ahora conozco bien que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Así pues, recibe un presente de tu siervo.» (II Reyes 5, 15)

  • Fue Jazael a su encuentro llevando en su mano un presente de todo lo mejor de Damasco, la carga de cuarenta camellos; entró, se detuvo ante él y dijo: «Tu hijo Ben Hadad, rey de Aram, me ha enviado a ti para preguntarte: ¿Sobreviviré a esta enfermedad?» (II Reyes 8, 9)

  • Añadió: «Toma las flechas.» El las tomó. Eliseo dijo al rey: «Hiere la tierra.» La hirió tres veces y se detuvó. (II Reyes 13, 18)

  • Menajem exigió el dinero a Israel, a todos los notables, que habían de dar al rey de Asiria cincuenta siclos de plata cada uno. Entonces se volvió el rey de Asiria y no se detuvo allí en el país. (II Reyes 15, 20)

  • Pero el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba, pues había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no pagó tributo al rey de Asiria, como lo venía haciendo cada año; el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel. (II Reyes 17, 4)

  • acamparon entre Gueba y Escitópolis y se detuvo allí un mes, haciendo acopio de provisiones para su ejército. (Judit 3, 10)

  • Entonces surgió Pinjás, zanjó, y la plaga se detuvo; (Salmos 106, 30)

  • se detuvo y sembró la muerte por doquier; y tocaba el cielo mientras pisaba la tierra. (Sabiduría 18, 16)

  • ¿No se detuvo el sol ante su mano y un día llegó a ser como dos? (Eclesiástico 46, 4)

  • Cuando dio esta orden al hombre vestido de lino: «Toma fuego de en medio de las ruedas, de entre los querubines», el hombré fue y se detuvo junto a la rueda; (Ezequiel 10, 6)

  • La gloria de Yahveh se elevó de en medio de la ciudad y se detuvo sobre el monte que está al oriente de la ciudad. (Ezequiel 11, 23)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina