Gefunden 40 Ergebnisse für: paga

  • Mientras celebraban la victoria en su patria, quemaron a los que habían incendiado los portones sagrados, así como a Calístenes, que estaban refugiados en una misma casita, y que recibieron así la merecida paga de su impiedad. (II Macabeos 8, 33)

  • y después de haber cortado la lengua del impío Nicanor, ordenó que se diera en trozos a los pájaros y que se colgara frente al santuario la paga de su insensatez. (II Macabeos 15, 33)

  • Mas, si le sorprenden, paga el séptuplo, tiene que dar todos los bienes de su casa. (Proverbios 6, 31)

  • pues un hombre que se fatigá con sabiduría, ciencia y destreza, a otro que en nada se fatigó da su propia paga. También esto es vanidad y mal grave. (Eclesiastés 2, 21)

  • Veo que no hay para el hombre nada mejor que gozarse en sus obras, pues esa es su paga. Pero ¿quién le guiará a contemplar lo que ha de suceder después de él? (Eclesiastés 3, 22)

  • Esto he experimentado: lo mejor para el hombre es comer, beber y disfrutar en todos sus fatigosos afanes bajo el sol, en los contados días de la vida que Dios le da; porque esta es su paga. (Eclesiastés 5, 17)

  • Y además: cuando a cualquier hombre Dios da riquezas y tesoros, le deja disfrutar de ellos, tomar su paga y holgarse en medio de sus fatigas, esto es un don de Dios. (Eclesiastés 5, 18)

  • Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada, y no hay ya paga para ellos, pues se perdió su memoria. (Eclesiastés 9, 5)

  • Nadie peor que el que se tortura a sí mismo, esa es la paga de su maldad. (Eclesiástico 14, 6)

  • Hay quien compra mucho con poco dinero, pero luego lo paga siete veces más caro. (Eclesiástico 20, 12)

  • Ahí viene el Señor Yahveh con poder, y su brazo lo sojuzga todo. Ved que su salario le acompaña, y su paga le precede. (Isaías 40, 10)

  • Mirad que Yahveh hace oír hasta los confines de la tierra: «Decid a la hija de Sión: Mira que viene tu salvación; mira, su salario le acompaña, y su paga le precede. (Isaías 62, 11)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina