Gefunden 254 Ergebnisse für: historia de Abraham

  • La historia de Judas Macabeo y de sus hermanos, la purificación del más grande Templo, la dedicación del altar, (II Macabeos 2, 19)

  • Porque al considerar la marea de números y la dificultad existente, por la amplitud de la materia, para los que quieren sumergirse en los relatos de la historia, (II Macabeos 2, 24)

  • profundizar, revolver las cuestiones y examinar punto por punto corresponde al que compone la historia; (II Macabeos 2, 30)

  • Comencemos, por tanto, desde ahora la narración, después de haber abundado tanto en los preliminares; pues sería absurdo abundar en lo que antecede a la historia y ser breve en la historia misma. (II Macabeos 2, 32)

  • Abraham, padre insigne de una multitud de naciones, no se halló quien le igualara en gloria. (Eclesiástico 44, 19)

  • A Isaac le aseguró lo mismo, en gracia a su padre Abraham. (Eclesiástico 44, 22)

  • Por tanto, así dice Yahveh, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham: «No se avergonzará en adelante Jacob, ni en adelante su rostro palidecerá; (Isaías 29, 22)

  • Y tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien elegí, simiente de mi amigo Abraham; (Isaías 41, 8)

  • Reparad en Abraham vuestro padre, y en Sara, que os dio a luz; pues uno solo era cuando le llamé, pero le bendije y le multipliqué. (Isaías 51, 2)

  • Porque tú eres nuestro Padre, que Abraham no nos conoce, ni Israel nos recuerda. Tú, Yahveh, eres nuestro Padre, tu nombre es «El que nos rescata» desde siempre. (Isaías 63, 16)

  • en ese caso también rechazaré el linaje de Jacob y de mi siervo David, para no escoger más de su linaje a quienes imperen sobre el linaje de Abraham, Isaac y Jacob, cuando yo haga tornar a sus cautivos y les tenga misericordia. (Jeremías 33, 26)

  • Yo les volveré a la tierra que bajo juramento prometí a sus padres, a Abraham, Isaac y Jacob, y tomarán posesión de ella. Los multiplicaré y ya no menguarán. (Baruc 2, 34)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina