Gefunden 5620 Ergebnisse für: hijos de Dios

  • Y dijo Yahveh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.» (Génesis 3, 22)

  • Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde habiá sido tomado. (Génesis 3, 23)

  • Adán conoció otra vez a su mujer, y ella dio a luz un hijo, al que puso por nombre Set, diciendo: «Dios me ha otorgado otro descendiente en lugar de Abel, porque le mató Caín.» (Génesis 4, 25)

  • Esta es la lista de los descendientes de Adán: El día en que Dios creó a Adán, le hizo a imagen de Dios. (Génesis 5, 1)

  • Fueron los días de Adán, después de engendrar a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 4)

  • Vivió Set, después de engendrar a Enós, 807 años y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 7)

  • Vivió Enós, después de engendrar a Quenán, 815 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 10)

  • Vivió Quenán, después de engendrar a Mahalalel, 840 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 13)

  • Vivió Mahalalel, después de engendrar a Yéred, 830 años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 16)

  • Vivió Yéred, después de engendrar a Henoc, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 19)

  • Henoc anduvo con Dios; vivió, después de engendrar a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5, 22)

  • Henoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó. (Génesis 5, 24)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina