Gefunden 95 Ergebnisse für: enfermedad de piel

  • Oyeme, hijo, y no me desprecies, al fin comprenderás mis palabras. En todo lo que hagas sé moderado, y no te vendrá enfermedad alguna. (Eclesiástico 31, 22)

  • porque en el exceso de alimento hay enfermedad, y la intemperancia acaba en cólicos. (Eclesiástico 37, 30)

  • Hijo, en tu enfermedad, no seas negligente, sino ruega al Señor, que él te curará. (Eclesiástico 38, 9)

  • Hoy tu plantío veías crecer, y florecer desde la mañana tu simiente. Pero desaparecerá la mies el día de la enfermedad, y el dolor será incurable. (Isaías 17, 11)

  • la que envía por mar embajadores, y en barcos de juncos sobre la haz de las aguas! Id, mensajeros ligeros, a la nación esbelta y de brillante piel, al pueblo temible desde siempre, nación vigorosa y dominadora, cuya tierra surcan ríos. (Isaías 18, 2)

  • En aquel tiempo se presentará un obsequio a Yahveh Sebaot, al lugar del nombre de Yahveh Sebaot, el monte Sión, de parte de un pueblo esbelto y de brillante piel, y de parte de un pueblo temible desde siempre, nación vigorosa y dominadora, cuya tierra surcan ríos. (Isaías 18, 7)

  • ¿Muda el kusita su piel, o el leopardo sus pintas? ¡También vosotros podéis entonces hacer el bien, los avezados a hacer el mal! (Jeremías 13, 23)

  • Bet. Mi carne y mi piel ha consumido, ha quebrado mis huesos. (Lamentaciones 3, 4)

  • Jet. Más ocuro es su semblante que el hollín, ya no se les reconoce por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seca como madera. (Lamentaciones 4, 8)

  • Nuestra piel abrasa como un horno, a causa del ardor del hambre. (Lamentaciones 5, 10)

  • Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, os infundiré espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Yahveh.» (Ezequiel 37, 6)

  • Miré y vi que estaban recubiertos de nervios, la carne salía y la piel se extendía por encima, pero no había espíritu en ellos. (Ezequiel 37, 8)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina