Gefunden 50 Ergebnisse für: buscan

  • Los que temen al Señor buscan su agrado, los que le aman quedan llenos de su Ley. (Eclesiástico 2, 16)

  • La sabiduría a sus hijos exalta, y cuida de los que la buscan. (Eclesiástico 4, 11)

  • Ved que no sólo para mí me he fatigado, sino para todos aquellos que la buscan. (Eclesiástico 24, 34)

  • Mirad que no para mí solo me he afanado, sino para todos los que buscan la instrucción. (Eclesiástico 33, 18)

  • según la abundancia de tu misericordia y la gloria de tu nombre, de las dentelladas de los dispuestos a devorarme, de la mano de los que buscan mi alma, de las muchas tribulaciones que he sufrido, (Eclesiástico 51, 3)

  • ¡Oh! Se avergonzarán y confundirán todos los abrasados en ira contra ti. Serán como nada y perecerán los que buscan querella. (Isaías 41, 11)

  • Los humildes y los pobres buscan agua, pero no hay nada. La lengua se les secó de sed. Yo, Yahveh, les responderé, Yo, Dios de Israel, no los desampararé. (Isaías 41, 17)

  • A mí me buscan día a día y les agrada conocer mis caminos, como si fueran gente que la virtud practica y el rito de su Dios no hubiesen abandonado. Me preguntan por las leyes justas, la vecindad de su Dios les agrada. (Isaías 58, 2)

  • Y tú, asolada, ¿qué vas a hacer? Aunque te vistas de grana, aunque te enjoyes con joyel de oro, aunque te pintes con polvos los ojos, en vano te hermoseas: te han rechazado tus amantes: ¡tu muerte es lo que buscan! (Jeremías 4, 30)

  • Y en efecto, así dice Yahveh tocante a los de Anatot, que buscan mi muerte diciendo: «No profetices en nombre de Yahveh, y no morirás a nuestras manos». (Jeremías 11, 21)

  • Y tras de esto - oráculo de Yahveh - entregaré al rey de Judá, Sedecías, a sus siervos y al pueblo que en esta ciudad quedare de la peste, de la espada y del hambre, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de sus enemigos y de los que buscan su muerte. El los herirá a filo de espada. No les dará cuartel, ni les tendrá clemencia ni lástima.» (Jeremías 21, 7)

  • Yo te pondré en manos de los que buscan tu muerte, y en manos de los que te atemorizan: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los caldeos; (Jeremías 22, 25)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina