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  • Luego tomarán la sangre y untarán las dos jambas y el dintel de las casas donde lo coman. (Exodo 12, 7)

  • Tomaréis un manojo de hisopo, lo mojaréis en la sangre que está en la vasija y untaréis el dintel y las dos jambas con la sangre de la vasija; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana. (Exodo 12, 22)

  • Yahveh pasará y herirá a los egipcios, pero al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, Yahveh pasará de largo por aquella puerta y no permitirá que el Exterminador entre en vuestras casas para herir. (Exodo 12, 23)

  • No te mostrarás ante sus dioses, ni les darás culto, ni imitarás su conducta; al contrario, los destruirás por completo y romperás sus estelas. (Exodo 23, 24)

  • Entonces escribió Moisés todas las palabras de Yahveh; y, levantándose de mañana, alzó al pie del monte un altar y doce estelas por las doce tribus de Israel. (Exodo 24, 4)

  • Al contrario, destruiréis sus altares, destrozaréis sus estelas y romperéis sus cipos. (Exodo 34, 13)

  • con sus cinco postes y sus ganchos. Revistió de oro sus capiteles y sus varillas y fundió en bronce sus cinco basas. (Exodo 36, 38)

  • Las basas de los postes eran de bronce, sus ganchos y sus varillas de plata. También sus capiteles estaban revestidos de plata, y todos los postes del atrio llevaban varillas de plata. (Exodo 38, 17)

  • Sus cuatro postes y sus cuatro basas eran de bronce; sus ganchos de plata, como también el revestimiento de sus capiteles y sus varillas. (Exodo 38, 19)

  • De los 1.775 siclos hizo ganchos para los postes, revistió sus capiteles y los unió con varillas. (Exodo 38, 28)

  • Pero quien, en estado de impureza, coma carne del sacrificio de comunión presentado a Yahveh, ése será exterminado de su parentela. (Levítico 7, 20)

  • Si alguien toca cualquier cosa inmunda, sea inmundicia de hombre, o de animal, o cualquier otra abominación impura y luego come de la carne del sacrificio de comunión ofrecido a Yahveh, será exterminado de su parentela. (Levítico 7, 21)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina