Gefunden 141 Ergebnisse für: Manasés

  • El límite de Manasés era por el lado de Aser, Mikmetat, que está en frente de Siquem; de allí iba hacia la derecha, hacia Yasib, en la fuente de Tappuaj. (Josué 17, 7)

  • El país de Tappuaj era de Manasés, pero Tappuaj, en la frontera de Manasés, era de los hijos de Efraím. (Josué 17, 8)

  • El límite bajaba por el torrente de Caná; al sur del torrente estaban las ciudades de Efraím, además de las que tenía Efraím entre las ciudades de Manasés, y el territorio de Manasés estaba al norte del torrente, e iba a salir al mar. (Josué 17, 9)

  • Lo del sur era de Efraím y lo del norte de Manasés, y el mar era su frontera; lindaban con Aser al norte y con Isacar al este. (Josué 17, 10)

  • Manasés tenía, en Isacar y en Aser, Bet Seán y sus filiales, Yibleam y sus filiales, los habitantes de Dor y sus filiales, los habitantes de Tanak y Meguiddó y sus filiales, y un tercio de Néfet. (Josué 17, 11)

  • Los hijos de Manasés no pudieron apoderarse de estas ciudades y los cananeos lograron mantenerse en aquel país. (Josué 17, 12)

  • Josué dijo a la casa de José, a Efraím y a Manasés: «Eres un pueblo grande y tienes mucha fuerza; no tendrás sólo una parte, (Josué 17, 17)

  • Porque los levitas no tienen su parte entre vosotros, pues el sacerdocio de Yahveh es su heredad; y Gad, Rubén y la media tribu de Manasés, han recibido ya al lado oriental del Jordán, la heredad que les dio Moisés, siervo de Yahveh.» (Josué 18, 7)

  • En Transjordania, al oriente de Jericó, se designó Béser, de la tribu de Rubén, en el desierto, en el llano; Ramot en Galaad, de la tribu de Gad, y Golán en Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • a los otros hijos de Quehat, por clanes, diez ciudades de las tribus de Efraím, de Dan y de la media tribu de Manasés. (Josué 21, 5)

  • A los hijos de Guerson, por clanes, les tocaron trece ciudades de las tribus de Isacar, Aser, Neftalí y de la media tribu de Manasés, en Basán. (Josué 21, 6)

  • De la media tribu de Manasés, Tanak con sus pastos y Yibleam con sus pastos: dos ciudades. (Josué 21, 25)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina