Gefunden 217 Ergebnisse für: Ángel

  • tres años de hambre, o tres meses de derrotas ante tus enemigos, con la espada de tus enemigos a la espalda, o bien tres días durante los cuales la espada de Yahveh y la peste anden por la tierra y el ángel de Yahveh haga estragos en todo el territorio de Israel. Ahora, pues, mira qué debo responder al que me envía.» (I Crónicas 21, 12)

  • Mandó Dios un ángel contra Jerusalén para destruirla; pero cuando ya estaba destruyéndola, miró Yahveh y se arrepintió del estrago, y dijo al ángel Exterminador: «¡Basta ya; retira tu mano!» El ángel de Yahveh estaba junto a la era de Ornán el jebuseo. (I Crónicas 21, 15)

  • Alzando David los ojos vio al ángel de Yahveh que estaba entre la tierra y el cielo con una espada desenvainada en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos, cubiertos de sayal, cayeron rostro en tierra. (I Crónicas 21, 16)

  • Entonces el ángel de Yahveh dijo a Gad que diera a David la orden de subir para alzar un altar a Yahveh en la era de Ornán el jebuseo. (I Crónicas 21, 18)

  • Ornán, que estaba trillando el trigo, se volvió y, al ver al ángel, él y sus cuatro hijos se escondieron. (I Crónicas 21, 20)

  • Entonces Yahveh ordenó al ángel que volviera la espada a la vaina. (I Crónicas 21, 27)

  • pero David no se había atrevido a presentarse delante de Dios para consultarle, porque estaba aterrado ante la espada del ángel de Yahveh. (I Crónicas 21, 30)

  • Y Yahveh envió un ángel que exterminó a todos los guerreros esforzados de su ejército, a los príncipes y a los jefes que había en el campamento del rey de Asiria; el cual volvió a su tierra cubierta la cara de vergüenza, y al entrar en la casa de su dios, allí mismo, los hijos de sus propias entrañas le hicieron caer a espada. (II Crónicas 32, 21)

  • Salió Tobías a buscar un hombre que conociera la ruta y fuera con él a Media. En saliendo, encontró a Rafael, el ángel, parado ante él; pero no sabía que era un ángel de Dios. (Tobías 5, 4)

  • Entró el ángel y Tobit se adelantó a saludarle; el ángel contestó: «Que disfrutes de mucha alegría.» Replicó Tobit: «¿Qué alegría puedo disfrutar ya? Estoy ciego y no puedo ver la luz del cielo; yazgo en tinieblas como los muertos, que no contemplan la luz; vivo como un muerto; oigo la voz de los hombres, pero no los veo.» Le dijo el ángel: «Ten confianza, que Dios te curará dentro de poco. Ten confianza.» Tobit le dijo: «Mi hijo Tobías quiere ir a Media. ¿Puedes ir con él y servirle de guía? Yo te daría tu salario, hermano.» El respondió: «Puedo ir con él, pues conozco al detalle todos los caminos y he viajado a Media con frecuencia; he recorrido todos sus llanos y sus montes y tengo conocimiento de todas sus rutas.» (Tobías 5, 10)

  • Le respondió el ángel: «¿Qué puede importar mi tribu?» Tobit insitió: «Me gustaría, hermano, saber con seguridad tu tribu y nombre.» (Tobías 5, 12)

  • Respondió el ángel: «Yo soy Azarías, hijo del gran Ananías, uno de tus hermanos.» (Tobías 5, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina