Gefunden 35 Ergebnisse für: viejo

  • El rey David estaba viejo, muy avanzado en años, y por más que lo abrigaban no entraba en calor. (I Reyes 1, 1)

  • Betsabé se presentó ante el rey en su habitación privada. El rey estaba muy viejo y Abisag, la sunamita, lo servía. (I Reyes 1, 15)

  • Había un viejo profeta que vivía en Betel. Sus hijos fueron a contarle todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel, y también le contaron a su padre las palabras que había dicho al rey. (I Reyes 13, 11)

  • Unos hombres que pasaban por ahí vieron el cadáver tendido sobre el camino y al león parado junto a él, y fueron a dar la noticia a la ciudad donde vivía el viejo profeta. (I Reyes 13, 25)

  • El viejo profeta recogió el cadáver del hombre de Dios, lo cargó sobre el asno y lo llevó a la ciudad para hacer duelo por él y enterrarlo. (I Reyes 13, 29)

  • Pero Eliseo insistió: "Entonces, ¿qué se puede hacer por ella?". Guejazí respondió: "Lamentablemente, no tiene un hijo y su marido es viejo". (II Reyes 4, 14)

  • Yo fui joven, ahora soy viejo, y nunca vi a un justo abandonado, ni a sus hijos mendigando el pan; (Salmos 37, 25)

  • Ahora que estoy viejo y lleno de canas, no me abandones, Dios mío, hasta que anuncie las proezas de tu brazo a la generación que vendrá. (Salmos 71, 18)

  • Pero ahora estoy viejo, mientras que ustedes, por la misericordia del Cielo, están en la mejor edad. Ocupen mi puesto y el de mi hermano, salgan a combatir por nuestra nación y que la ayuda del Cielo esté con ustedes”. (I Macabeos 16, 3)

  • Más vale un joven pobre y sabio que un rey viejo y necio, que ya no es capaz de hacerse aconsejar. (Eclesiastés 4, 13)

  • No abandones a un viejo amigo, porque uno nuevo no vale tanto como él. Amigo nuevo es como vino nuevo: que se ponga añejo, y lo beberás con placer. (Eclesiástico 9, 10)

  • Pero hay tres clases de gente que aborrezco y que me irritan por su manera de vivir: un pobre soberbio, un rico mentiroso y un viejo adúltero que ha perdido el juicio. (Eclesiástico 25, 2)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina