Gefunden 48 Ergebnisse für: peso

  • Cohélet, además de ser sabio, también enseñó la ciencia al pueblo; él pesó, examinó y ajustó numerosos proverbios. (Eclesiastés 12, 9)

  • Aún sin esto, ellos podían ser derribados de un soplo, perseguidos por la Justicia, barridos por el soplo de tu poder. Pero tú lo has dispuesto todo con medida, número y peso. (Sabiduría 11, 20)

  • solamente sobre ellos se extendía una pesada noche, imagen de las tinieblas que les estaban reservadas. Pero más que de las tinieblas, ellos sentían el peso de sí mismos. (Sabiduría 17, 21)

  • No entres en pleito con un hombre rico, no sea que oponga todo su peso contra ti: porque el oro fue la ruina de muchos e hizo desviar el corazón de los reyes. (Eclesiástico 8, 2)

  • ¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano y abarcó con la palma las dimensiones del cielo? ¿Quién hizo caber en una medida el polvo de la tierra o pesó en una báscula las montañas y en una balanza la colinas? (Isaías 40, 12)

  • Yo estaba irritado contra mi pueblo, profané mi herencia, y los entregué en tus manos. Tú no les tuviste compasión: hasta al anciano lo abrumaste con el peso de tu yugo. (Isaías 47, 6)

  • En cuanto a las dos columnas, al único Mar de bronce, a los doce bueyes de bronce que lo sostenían y a las bases que había hecho el rey Salomón para la Casa del Señor, no se podía evaluar el peso de bronce de todos esos objetos. (Jeremías 52, 20)

  • Los jóvenes arrastraron la piedra de moler, los niños se doblaron bajo el peso de la leña. (Lamentaciones 5, 13)

  • Tequel: tú has sido pesado en la balanza y hallado falto de peso; (Daniel 5, 27)

  • Aunque hagan regalos entre las naciones, ahora los voy a reunir, y dentro de poco se retorcerán bajo el peso del rey de los príncipes. (Oseas 8, 10)

  • diciendo: "Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada". (Mateo 20, 12)

  • Aquellos, en cambio, anuncian a Cristo por espíritu de discordia, por motivos que no son puros, creyendo que así aumentan el peso de mis cadenas. (Filipenses 1, 17)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina